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50 años del Golpe de Estado en ChileLa buena imagen de la dictadura

36 por cientos de la población chilena piensa que el golpe „liberó a Chile del marxismos“. Los partidos de la ultraderecha son cada vez más fuertes.

Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, general y dictador en el edificio Diego Portales en Santiago, en agosto de 1988 Foto: José Giribás

La situación política en Chile ha experimentado cambios en los últimos años. „Hoy en día, casi nadie habla de los movimientos de protesta ni de que la gente perdió su vista debido a los disparos de la policía en aquel entonces“, afirma Flor Lazo Maldonado. Lazo es la presidenta de una agrupación de familiares de setenta trabajadores agrícolas, principalmente organizados en sindicatos, que fueron secuestrados por militares en septiembre y octubre de 1973 en la pequeña ciudad de Paine, al sur de Santiago, y asesinados en remotos valles interandinos. También su padre, dos tíos y dos de sus hermanos estaban entre ellos. „Después del triunfo del „Rechazo“, es decir la victoria de los opositores a la nueva constitución en el referéndum de 2022, recibí fotos de Pinochet por WhatsApp“, informa Lazo. A principios de agosto, notó que una placa conmemorativa de mármol con los nombres de 17 de los trabajadores agrícolas asesinados había sido destrozada en muchos pedazos con un martillo. „Nosotros mismos habíamos colocado la placa en la roca en la cuesta Chada“, explicó. „La destrucción es un ataque a nuestra labor conmemorativa.“

Casi cincuenta años después del golpe militar en Chile, la reputación del exdictador Augusto Pinochet, así como la aceptación del golpe contra Salvador Allende y su gobierno de la coalición de izquierda Unidad Popular, han evolucionado. Según un estudio de la empresa de investigación de mercado y opinión MORI, que realiza análisis a largo plazo, un 36 % de la población dijo en marzo de 2023 que Chile había sido „liberado del marxismo“ por el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Solo un 42 % – significativamente menos que en las encuestas de años anteriores – dijo que el golpe „había destruido la democracia“. No hay consenso en la evaluación de la dictadura (1973 – 1990), según el resultado de los autores del estudio.

Tras el fin de la dictadura en 1990, no había una ruptura real. „La transición a la democracia fue organizada conforme a las reglas de la constitución de la dictadura de 1980 y dejó un poder considerable en manos de los protagonistas de la dictadura“, afirma el historiador Pablo Seguel.

De esta manera, Augusto Pinochet era el comandante en jefe del ejército hasta su detención en Londres en 1998 y senador hasta 2002. Falleció sin haber sido condenado.

Golpe de Estado en Chile

Este texto es parte del dosier que se publicó el 8 de septiembre de 2023 en el periódico taz en motivo de los 50 años del golpe militar en Chile. Apoyado por Estados Unidos, el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 puso abruptamente fin al gobierno democráticamente elegido del socialista Salvador Allende. Más de 3.000 personas perdieron la vida durante la dictadura que siguió (1973-1990). Muchas más fueron encarceladas, torturadas y obligadas a exiliarse. La Fundación taz Panter, junto con la Fundación Rosa Luxemburg y con el apoyo de la Fundación Umverteilen, conmemora 50 años después los acontecimientos de entonces y, al mismo tiempo, se pregunta, cómo influyen los hechos de hace 50 años en el día a día en el Chile actual. Estos y otros textos, los encuentran también aquí en alemán.

Admiración de Pinochet

En cuanto a la economía, los gobiernos democráticos a partir de 1990 mantenían la política neoliberal impuesta en Chile por la dictadura que había implantado un modelo económico y social neoliberal desde mediados de la década de 1970. Aunque la brecha entre ricos y pobres es considerable, la economía de Chile es sólida y estable en términos macroeconómicos y en comparación con otros países latinoamericanos. Los beneficiarios de este sistema consideran la neoliberalización como un modelo exitoso.

„Durante la dictadura, se desarrolla una nueva clase media“, afirma el sociólogo Tomás Moulian Emparanza, galardonado con el Premio Nacional Chileno de Humanidades y Ciencias Humanas. „Pero lo principal es que se desarrolló una nueva burguesía de la neoliberalización que genera grandes millonarios.“ Desde entonces, unas pocas empresas familiares extremadamente adineradas, que adquirieron grandes extensiones de tierra, derechos de agua y otros recursos o licencias, dominan el mercado chileno.

La mayoría de los presos de esta edad (más de 75) han sido condenados por crímenes de la dictaduraFlor Lazo, representante de los trabajadores agrícolas asesinados de Paine

„El respaldo a Pinochet en la población apenas ha disminuido desde el fin de la dictadura en 1990“, explica el experto en la historia reciente de Chile y en cuestiones de derechos humanos, Seguel. „Varios partidos de derecha todavía consideran que el golpe fue justificado. El partido Republicano defiende el golpe, la dictadura y también a aquellos que cometieron graves violaciones de los derechos humanos en esa época.“ Más de 3000 personas fueron asesinadas entre 1973 y 1990, y más de 1000 siguen desaparecidas hasta hoy. Más de 40.000 fueron torturadas, y aproximadamente 200.000 tuvieron que exiliarse.

Flor Lazo Maldonado Foto: Ute Löhning

Luis Silva Irarrázaval del Partido Republicano de extrema derecha y miembro del Opus Dei declaró a finales de mayo en la televisión chilena que sentía un “dejo de admiración“ por Pinochet por ser un „estadista, definitivamente un hombre que supo conducir el estado, supo rearmar un estado que estaba hecho trizas.“ Hoy en día, „debe hacerse una lectura más ponderada de su gobierno“ ya que los 17 años de la dictadura „no deberían reducirse a las violaciones de los derechos humanos“.

La derecha está bien conectada a nivel internacional

„Si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí“, declaró José Antonio Kast, el abogado, fundador y líder del Partido Republicano. Su padre, un oficial de la Wehrmacht (las fuerzas armadas alemanas entre 1935 y 1945) y miembro del NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) que emigró a Chile en 1950, y su hermano Christian Kast, después del golpe de 1973, deberían haber estado involucrados en medidas de represión del ejército contra los trabajadores de la empresa familiar – una fábrica de embutido y una cadena de restaurantes en Paine – según exhaustivas investigaciones del periodista chileno Javier Rebolledo. En cuanto a la economía, la familia Kast se benefició de la dictadura y posee amplios derechos de agua, un recurso escaso en Chile.

A nivel internacional, los Republicanos están bien conectados con socios estratégicos en el entorno de Trump en los Estados Unidos, VOX en España, Orbán en Hungría y Bolsonaro en Brasil. Desde 2022, Kast es el presidente de la Political Network for Values que organiza regularmente conferencias internacionales con estos socios estratégicos sobre temas de política familiar conservadora, valores religiosos y la libertad del capital.

Mientras que la discusión pública en Chile, marcada por informes sobre delincuencia, perturba a partes de la sociedad, el Partido Republicano enfatiza fuertemente temas de seguridad interna y anti-migración lo que le permite ganar prestigio. En las elecciones para el Consejo Constitucional encargado de redactar un segundo proyecto de constitución después de que la primera propuesta fuera rechazada en un referéndum en 2022, obtuvo el mejor resultado en mayo con el 35 % de los votos. Junto con la derecha tradicional, mantienen una mayoría de dos tercios y pueden proteger el contenido del proyecto de constitución contra cualquier veto.

Los Republicanos buscan fortalecer una „identidad chilena“ en una nueva constitución y obligar atodos los ciudadanos a „honrar los valores de la tradición chilena“. Quieren prohibir el aborto y derogar las tres excepciones actuales en caso de peligro para la vida de la mujer y el feto, así como en caso de violación. Es particularmente controvertida la propuesta de los Republicanos debe permitir que los presos mayores de 75 años o con discapacidad cumplan sus penas en sus hogares. „La mayoría de los presos de esta edad han sido condenados por crímenes de la dictadura“, se indigna Flor Lazo, la representante de los trabajadores agrícolas asesinados de Paine. Estos y otros grupos de derechos humanos están protestando vehementemente y partes de la izquierda ya han anunciado que rechazarían el nuevo proyecto de constitución en diciembre.

Traducido del alemán por Piet Aaron Fenske

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