Estimado Don Pepe:

Desde que usted dejó de ser presidente, viaja por el mundo y en todos lados lo reciben con los brazos abiertos. También nosotros le deseamos una linda estadía en nuestra ciudad que, dicho sea de paso, sólo tiene un par de habitantes más que su país de origen a orillas del Río de la Plata. Aprovechando su visita, decidimos hacerle un pequeño pedido.

Usted no sólo se hizo conocido como el presidente más modesto de todos los tiempos, sino también como el hombre que ha terminado con la prohibición del cannabis en Uruguay. Su país es el primer y hasta ahora único país del mundo, en el que los ciudadanos además de poder consumir marihuana, también pueden cultivarla en cantidades razonables y pronto podrán adquirirla en la farmacia –¡con sello estatal! Y según parece, Uruguay no se fue a pique por eso.

Aquí en Berlín no es que se fume menos porro, como quizás habrá podido observar en estos días. Pero en esta ciudad tan de moda, la cosa se reduce por ahora a que se tolere el consumo a regañadientes. Cada intento de establecer una oferta controlada para evitar, como mínimo, los problemas que conlleva el tráfico ilegal ha fracasado. En ese aspecto podemos aprender muchísimo de usted, incluso si, como dicen, en lo personal no encuentra ningún placer en expandir la conciencia mediante el uso de estas plantitas.

„Ninguna adicción, salvo la del amor, es recomendable“, declaró usted en forma muy poética, no sin agregar que el consumo de drogas como alcohol o cannabis es una realidad. Y esta realidad fue manejada por su gobierno con admirable pragmatismo. Ahora, nuestro pedido: hable por favor con Michael Müller, nuestro joven intendente, quien seguramente puede aprender mucho de un vete­rano con cancha como usted. De hecho, Müller no podrá resolver el problema de la legalización solo, pero un poquito más de pasión no le hace mal nadie, sobre todo si se trata de una causa tan noble.

¡No desaproveche la oportunidad y siembre un poco de razón en Berlín!

Saludos afectuosos,

Claudius Prößer

Traducción: Luciana Ferrando